jueves, 7 de agosto de 2014

Cinco hábitos imprescindibles para mantener las playas limpias

Las playas son entornos naturales muy delicados cuya conservación depende en gran parte del comportamiento de sus visitantes. Ser respetuosos con el entorno, recoger nuestra basura o llegar a la playa en bicicleta son algunas de las pautas a tener en cuenta para mantener las playas de nuestro litoral limpias y bien conservadas.
hábitos salud playas1. No arrojar basura ni líquidos contaminantes. Es fundamental que cada vez que vayamos a la playa, seamos conscientes de la importancia de no dejar residuos en el mar, la arena o las rocas. Lo mejor es nuestra basura en los contenedores correspondientes de papel, vidrio o papel situados fuera de la playa. Las colillas son otro gran problema. La arena de la playa está llena de colillas que tardan al menos de dos años en desaparecer. Es muy importante que los fumadores las recojan y las depositen en los cubos correspondientes. Y si tienes mascota, no olvides recoger sus excrementos.
2. Utiliza medios de transporte ecológicos para ir al mar. Muchas veces pretendemos ir con el coche hasta la misma arena. Para mantener limpias y saludables nuestras playas, es recomendable buscar otras alternativas más ecológicas, como dar un paseo o pedalear en bicicleta antes de llegar a la playa. El camino será más agradable, ahorrarás dinero y no contaminarás. Si vienes de más lejos, consulta las opciones de transporte público.
3. Respetar el entorno. Una forma de proteger las playas es respetando su ecosistema: la vegetación, las dunas, el agua, las algas y los animales marinos, entre otros, forman un delicado entorno natural que no hay que modificar.
4. No desperdiciar agua. A la hora de utilizar las duchas de las playas hay que ser muy consciente de que el agua –aunque en este caso no nos cuesta dinero- es un recurso natural muy valioso que no hay que desperdiciar. Si no tenemos la necesidad de utilizar estos servicios, ayudaremos a ahorrar aguaen la playa.
5. Participa como voluntario en algún programa de conservación de playas. Existen organizaciones que promueven programas de voluntariado con el fin de mantener limpias las playas. Un ejemplo es‘Playas, ríos, voluntariado y custodia’ de la Fundación Biodiversidad. Participar en una de estas iniciativas es una buena forma de poner nuestro granito de arena en el cuidado de nuestro litoral y del medio ambiente.

Londres revoluciona la arquitectura sostenible con un rascacielos orgánico

¿Por qué no construir un gigantesco rascacielos con desechos y, a medida que los trabajadores de las oficinas en su interior generen más basura que el edificio vaya creciendo? No es ciencia ficción, sino una variante de la arquitectura sostenible de la que venimos informando.

La idea todavía no se ha llevado a término, sólo es un proyecto cuyos bocetos ya han sido publicados por un grupo de arquitectos parisinos (Chartier-Corbasson). No deja de ser curioso que, dada la rivalidad entre ingleses y franceses, éstos últimos hayan elegido la capital británica como sede del Rascacielos Orgánico(como ha sido bautizado), en concreto en el área de Shoreditch High Street, una de las más alternativas de la ciudad (con muchos cafés orgánicos y restaurantes vegetarianos).
La altura original de este edificio sostenible sería aproximadamente la mitad de su altura final, pues a medida que los empleados de las oficinas fueran generando residuos el rascacielos iría creciendo. Se trata de un nuevo giro de tuerca en los objetivos de sostenibilidad, procesando y reciclando in situ todos los desechos, tomando como inspiración los andamiajes de bambú que se utilizan en algunos países asiáticos.
La forma proyectada recuerda al del recienteSharp de Londres, con una organización piramidal en la que los ascensores generan espacios que bien pueden emplearse para salas de conferencias, gimnasios, restaurantes, exposiciones... culminando, como ya sucede en el caso de Sharp, con una plataforma de observación en su punto más alto (cada vez más alto, con estos criterios de construcción).
Cada una de las plantas se levantaría con una red entrelazada de tubos y materiales de construcción a base, fundamentalmente, de desechos de papel reciclado y botellas de plástico. Los arquitectos están convencidos de que cada trabajador podría generar suficiente residuos de papel y plástico como para construir suficientes paneles aislantes para cubrir las nuevas plantas. Según sus cálculos, un solo empleado podría desechar al año unos 75 kilogramos de papel y unas 80 botellas de plástico.
En los primeros diseños, los arquitectos tampoco han querido descuidar la eficiencia energética y, así, los tubos metálicos de la estructura del edificio están huecos y albergan en su interior aerogeneradores con los que aprovechan el nada despreciable potencial eólico de un rascacielos en Londres.
La idea está más madura de lo que parece y, de hecho, sus promotores ya andan buscando inversores que financien el que podría convertirse en nuevo referente del reciclaje y la arquitectura sostenible. ¿Cuándo estará listo? Nunca, responden los arquitectos, pero no tanto porque sean pesimistas sino porque, a fin de cuentas, será un edificio vivo, orgánico, que crezca tanto como reciclen sus residentes. Sería un edificio sostenible en construcción que ni siquiera requeriría de grúas.

Estacionamiento inteligente

El estacionamiento inteligente es un nuevo concepto que cada vez está teniendo más y más interés. Este sistema permite optimizar la forma de aparcar ya sea agilizando el proceso o reduciendo  el espacio necesario. De esta forma se busca tener una actitud más respetuosa con el medio ambiente.

Agilizar el proceso
Son muchos edificios de nueva construcción que poseen sistemas que facilitan al conductor la búsqueda de aparcamiento a través de flechas que indican cual es la ruta que debe seguir, carteles que informan el número de plazas disponibles en cada calle o luces verdes o rojas sobre cada uno de las plazas en función de si están ocupadas o no. Actualmente es el método más extendido en cuanto a estacionamiento inteligente.
En algunas ciudades este sistema se conecta con otro central, que recoge información sobre todos los estacionamientos e informa mediante paneles a los conductores.
Reducir el espacio necesario
Otro tipo de estacionamiento inteligente es aquél que busca reducir el espacio necesario. Este sistema consiste en apilar los coches mediante diferentes mecanismos.
El funcionamiento se basa en una plataforma donde se depositan los vehículos. A continuación un robot los desplaza hasta su plaza sin que el conductor lo tenga que llevar. Los automóviles se van apilando en una estructura similar a la de una estantería como si de libros se tratara. Cuando el conductor quiera recuperar el coche el robot lo toma y lo devuelve a la plataforma.
Existe otro sistema consiste en una estructura similar a al anterior de dos o tres alturas, en la que se depositan los coches. En este caso, los vehículos irán depositándose en los diferentes niveles a medida que vayan llegando mediante una  plataforma que baja y vuelve a subir. El conductor solo tiene que activar dicha plataforma para aparcar su automóvil.
Si bien el coche debe de ser algo cada vez menos empleado, en ocasiones esto es complicado. Este tipo de sistemas de aparcamientos inteligentes pueden emplearse en estaciones de cercanías o de autobuses donde lo usuarios dejarían el coche y viajarían hasta el centro de la ciudad en transporte público. Por otro lado, que los usuarios  reciban información de cómo optimizar su ruta supone un disminución de emisiones de GEI al evitarse “dar vueltas” para aparcar.
Palabras clave: Aparcamiento, estacionamiento, sostenible, inteligente, eficiencia, reducción GEI

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